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Thursday, December 10, 2009

Entender la «piratería» y buscar soluciones para salir de ella

Si queréis entender la «piratería» y cómo salir de ella, no os perdáis el post de Javier Candeira. Fundamental. http://bit.ly/61GnVA



Modelos de negocio: Cómo ganar dinero en un mundo perfectamente copiable (I)

JAVIER CANDEIRAJAVIER CANDEIRA - Melbourne, Australia 10.12.2009
Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad. Yo no lo sé, de hecho siempre he pensado que la primera víctima de la guerra son los civiles. Pero sí que sé que la primera víctima del encarnecido debate entre ciudadanos e industrias del copyright es la sutileza del matiz. Entre las acusaciones mutuas de 'piratas' y 'ladrones', resulta difícil encontrar argumentos que, como el reciente manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, propongan un derecho de autor equilibrado y favorezcan a la sociedad en su conjunto a la vez que reconocen la importancia de los creadores profesionales en la formación de un imaginario común.

En presencia de las tecnologías actuales, la copia privada (masiva, pero privada) es un hecho natural inevitable o, mejor dicho, sólo evitable mediante dos catástrofes: o la vuelta a una sociedad preindustrial o la implantación de un estado policial. Cualquier legislación de derecho de autor equilibrada habría de preservar la copia privada con todas sus consecuencias. Decir que el derecho a la copia privada existe sólo con el papel y la pluma pero no con el ordenador e internet es lo mismo que negar a los ciudadanos el derecho a servirse de los beneficios de la tecnología de su tiempo. La guerra contra el uso privado de esas tecnologías es una guerra de prohibición con nefastas consecuencias sociales.
La legislación por pánico moral es un mal modo de gestionar los grandes experimentos socioeconómicos necesarios para lograr la evolución de las industrias culturales, en este caso la nueva economía de la abundancia cultural. La forma correcta de hacerlo 'bien y a la primera' requerirá una máquina del tiempo. Igual que la influencia de la creación de la imprenta en la Revolución Industrial y la Ilustración parece ahora inevitable pero era difícil de predecir en pleno Renacimiento, los cambios que apenas aciertan a esbozar estos párrafos serán evidentes para los historiadores del mañana. Poco a poco saldrán en las páginas de los periódicos, y luego en los libros de historia. De hecho 'ya' están saliendo en los periódicos, aunque la relación señal-ruido no sea la óptima: cada vez hay más cultura más accesible libremente a más gente, y los esfuerzos de las Coaliciones son sólo dedos que intentan taponar agujeros en un dique que se derrumba.
El dique se derrumba, es cierto. Pero no el dique de la cultura, sino el de los modelos añejos de las industrias editoriales de la cultura. Los nuevos modelos pueden suponer otras hecatombes distintas de las que citaba al principio de este mensaje: la desaparición del negocio de la música grabada, por ejemplo. El mundo de la edición literaria ya está sufriendo grandemente, y el paso al digital puede hacer que desaparezcan los sueldos (que no los trabajos) de muchas personas, no sólo autores sino editores, correctores, diseñadores, impresores... Otros intermediarios perecerán en los cambios a una industria cultural que viva en la abundancia de copias en vez de en la escasez. Pero sigue habiendo lugar para los creadores.
Si los creadores quieren disfrutar de los frutos de su trabajo en una sociedad tecnológica libre, deberán montar negocios en torno a la creación que no dependan de que la gente no se pueda agenciar su propia copia de las obras reproducibles. Esto no quiere decir acabar por completo con el derecho de autor: no existe razón para acabar con el monopolio del creador a la explotación comercial de sus obras. Pero los modelos de negocio post-Internet deberán tener en cuenta la existencia de redes de pares y al público como diseminador de la obra existente. Ni siquiera es necesario que sean negocios que dependan de esa diseminación: basta con que no dependan de la escasez y el control de las copias.

A falta de pan, buenas son tortas

El ejemplo más directo de cómo ganar dinero sin depender de las copias físicas lo tienen los músicos en los conciertos. Ya antes de la llegada de Internet, los Rolling Stones inauguraron la era de los macroconciertos al darse cuenta de que sus ingresos por venta de discos favorecían más a su discográfica que al grupo, mientras que ellos ganaban sobre todo de tocar en directo. Las discográficas también se han dado cuenta, y por esta razón están ahora de moda los contratos llamados '360', en los que la discográfica no sólo gestiona la venta de fonogramas de sus artistas, sino que también actúa de agencia de contratación de actuaciones. Los primeros y más notorios ejemplos fueron Madonna y Robbie Williams, pero estos términos son cada vez más comunes en los contratos de los músicos. Esto sólo puede ser señal de que aquíhay dinero para repartir.
En el otro extremo del escalafón de los músicos y ejecutantes, muchos artistas sin discográfica venden sus propios discos en los conciertos, y ganan más dinero haciéndolo que lo que ganan otros grupos de éxito equivalente con sus discos de discográfica. Algunos incluso han dejado de vender discos, porque prefieren vender camisetas, que son más baratas de producir, se venden a mayor precio y dejan más margen. Al fin y al cabo, el pop siempre ha sido imagen, y si lo importante para los músicos es la música, lo importante para los músicos como emprendedores es el negocio. Que un músico viva de vender camisetas es tan aceptable (o tan dañino) como que un futbolista viva de anunciar zapatillas. Sólo que, en el caso de los músicos, es un negocio al alcance de 'los pequeños' mientras que la venta de camisetas y los anuncios de zapatillas están reservados a los futbolistas 'grandes'.
A algunos escritores el 'se pueden dar conciertos' no les suena a 'a falta de pan, buenas son tortas', sino más bien al 'si no tienen pan, que coman brioche' de María Antonieta. Mi respeto y admiración para Almudena Grandes y para todos los que logran ganarse la vida escribiendo. Pero tampoco es cierto que, como lamenta Javier Marías, por culpa de la copia privada vaya a llegar un día en que 'ya no habrá más canciones ni películas ni series de televisión ni novelas nuevas'. Por cada novelista que vive de los royalties de sus libros hay un centenar que vive de otra cosa, en algunos casos de dar clases en la universidad. Algunos capturan el prestigio que les da ser autores literarios para escribir en diarios, como hacen, con salarios pingües (y, que conste, bien ganados) los antedichos Marías y Grandes. Otros, ni siquiera: Juan García Hortelano era funcionario, Juan Benet, ingeniero y Torrente Ballester, catedrático de instituto. Y a mucha honra.
Esto ha sido así desde tiempo de Cervantes, recaudador de impuestos y soldado que, como escribió de él el licenciado Márquez Torres en su aprobación de censor a la segunda parte de El Quijote, 'siendo él pobre, [hizo] rico a todo el mundo'. En muchos casos, la creación cultural es un mecenazgo en el que los creadores donan su tiempo (y, en términos económicos, su coste de oportunidad) en favor del común. Negarlo es no ver la realidad y pretender 'volver' a un tiempo en que los autores vivían unívocamente de sus regalías es desear, como Quijano, el retorno de una Arcadia ideal que nunca existió. En último caso, el problema de los autores literarios es una situación que no tiene nada que ver con Internet ni con las descargas, que a menudo se utilizan como conveniente chivo expiatorio para desviar la atención de problemas estructurales.

5 Comentarios

    • 1


      AVATAREstimado Javier: Enhorabuena por tu artículo. Como complemento al mismo, a modo de ejemplo de cómo se puede ganar dinero en un mundo perfectamente copiable, adjunto una modesta propuesta denominada CAUSA MORFEO-FORMACION.ORG basada en la creación de valor alrededor del software libre, en base a sumar esfuerzos tanto en la evangelización y formación sobre software libre de profesionales TIC, como en la explotación de los beneficios derivados de dicha formación, donde los beneficiarios finales sean la propia Comunidad de Software Libre y la sociedad en general: http://www.morfeo-formacion.org/noticia_17_causa-morfeo-formacion-se-buscan-colaboradores-formar-profesionales-tic Hasta pronto, Santiago Bonet

      Santiago Bonet 11 Dec 2009 - 18h59

    • 2


      AVATARJavier, quería antetodo felicitarte por tus INTERESANTÍSIMOS artículos (que vengo siguiendo desde hace ya un tiempo). Y quería aprovechar el momento para "animarte" a ver la web que estamos terminando un amigo y yo; se trata de un canalizador de críticas o un gestor de popularidad (www.criticometro.com) y, aunque quedan todavía por ajustar algunos elementos, me he atrevido a comentártelo para conocer, si no es mucha molestia, tu opinión. Muchísimas gracias de antemano y perdona la "osadía". Un abrazo y... ¡¡ánimo!! (y sigue escribiendo!!).

      Toni 12 Dec 2009 - 07h34

    • 3


      AVATARLa mole en que se había convertido la industria de la música, a base de explotar a artistas y consumidores, empezó a agonizar hace más de 5 años, y aún así, aún ahora se le sigue intentando reanimar, a costa de arremeter tan inútil como estúpidamente contra el tsunami imparable del cambio: hoy en día la música se produce y consume de otra manera, y si los artistas "al uso" no se adaptan, otros muchos en todo el mundo tomarán el relevo. De hecho YA lo están tomando. Darán sus composiciones gratis en Internet, y explotarán otro tipo de servicios, como música para juegos, cine, actuaciones, shows multimedia etc. es decir, modos hibridados en los que la música vuelve a tener sentido. Este es un clarísimo ejemplo de "pero, ¿quién se ha llevado mi queso?" Ramón Trecet, allá por 2002, ya lo dijo en su programa (lo tengo grabado) que estamos ante un nuevo modo y no una nueva moda, ¡qué sabias palabras! Lo que creo que desaparecerá es el MODO en el que la música es creada, metacreada (sesiones)

      David Caballero - Gnomusy 12 Dec 2009 - 20h16

    • 4


      AVATARBuenísimo artículo, pero buenísimo. Me sorprende, grátamente claro, ver este tipo de artículos en la web de la tele.

      jaca101 16 Dec 2009 - 13h07

    • 5


      AVATARGran artículo. Despues de haber escuchado muchísimas sandeces en radio y TV es gratificante ver que en la red, todavia hay librepensamiento. Hay que seguir luchando por la libertad en la red independiente de poderes mediáticos y económicos. #MANIFIESTO









    Al contrario de lo que propalan los partidarios del pánico moral, muchos escritores no sólo no se ven perjudicados por las descargas, sino que incluso se benefician. El novelista de ciencia-ficción Cory Doctorow explica cómo se puede ganar uno la vida como escritor regalando los textos digitales y vendiéndolos en papel. La editorial Baen Books hace lo mismo con sus ediciones digitales de series de ciencia-ficción: de algunos autores, como Eric Flint, regala los primeros números en la red, y de otras vende un CD con el texto digital como complemento a la edición completa. En todos los casos han comprobado que el texto digital no perjudica la venta de libros. El novelista inglés Neil Gaiman y su editor muestran con las cifras en la mano que, al contrario, la presencia del texto de una novela en la red favorece las ventas del libro físico.  El editor norteamericano Tim O'Reilly es aún más tajante: según él "ser desconocidos es una amenaza mucho mayor para los autores y los artistas creativos que la piratería". También habla desde la experiencia: su editorial es pionera en la edición de libros técnicos en formatos digitales, en paralelo con la edición en papel, y lo que para otros es un experimento es para él práctica común.
    Algunos autores en español se han acercado también a estas prácticas. El escritor de origen argentino Hernán Casciari tiene en su sitio web toda su producción, con la anuencia de Mondadori, su editorial. Se da el caso de que Mondadori fue la primera gran editorial europea que publicó novelas cuyo texto era también de libre descarga en la red, las obras del colectivo italiano Luther Blisset. El novelista Lorenzo Silva también publica en su sitio web una "zona desdinerizada" donde regala parte de su producción, aunque no las novelas que lo han hecho famoso, con lo que es difícil estimar el efecto de las descargas en las ventas.
    Más arrojado es el brasileño Paulo Coelho, quien confiesa colgar "en secreto" sus libros en la red. Como resultado, afirma que las ventas de la traducción al ruso de su novela El alquimista se multiplicaron por cien Y la máxima de que "las copias digitales venden copias físicas" es verdad también en la música, pese a la popularidad de los reproductores portátiles de mp3. Desde que se enfadó con su discográfica, el ex-Nine Inch Nails Trent Reznor se ha dedicado a regalar su música desde Internet. Esto no impide que las ediciones limitadas de sus discos se sigan agotando.
    El ejemplo más señero de cómo la música digital puede vender el objeto físico es el grupo Radiohead, que con su disco In Rainbows puso en en marcha el experimento de dejar que fuera el propio público quien decidiera el precio de las descargas (incluso a precio cero), para luego lanzar dos ediciones: una de lujo a 80 dólares y otra, ordinaria, al precio ordinario (ese que depende de si hay oferta en los supermercados). Paradójicamente, el disco fue uno de los más circulados en las redes de pares (con dos millones de descargas estimadas en el mes del lanzamiento), pese a estar disponible de forma gratuita en la web de la propia banda. O quizá no tan paradójicamente, dado que a) en aquellos días parte del sitio web de Radiohead estaba en esperanto, y b) como dice Eric Garland, el fundador de la firma de mediciones BigChampagne, "la música popular es popular en todos los sitios donde es popular", lo que incluye las redes de pares.
    Lo que no es en absoluto paradójico, y de hecho es esperable si uno ha prestado atención a los párrafos anteriores, es que el disco saltó directamente a las primeras posiciones de las listas de éxitos, y se vendió por millones en todo el mundo. Pero incluso antes de la edición del disco físico, las descargas de pago habían producido ya más ingresos que las ventas totales del disco anteriorHail to the Thief.Quien lo dice es Warner Chapell, la discográfica de Radiohead.
    Volviendo de nuevo a lugares más bajos del escalafón musical tenemos a Amanda Palmer, la ex-cantante de Dresden Dolls, que describe su relación con su público como "virtual crowdsurfing" (crowdsurfing es como se llama en inglés a lo que hacen los cantantes de rock de lanzarse al público y "nadar" sobre él). Esta cantante y compositora se comunica con su público casi a diario: recientemente pasó un viernes noche conectada con un grupo de fans (el autodenominado Club de Perdedores del Viernes Noche) comunicándose por un procedimiento más cercano a la performance que a las nuevas tecnologías: tanto la cantante como sus interlocutores se escribían en la piel con un rotulador, y luego se sacaban fotos y las comunicaban a través de Twitter. Cuando alguien compra en su tienda por un importe mayor a los 75 dólares, Amanda le escribe a mano una dedicatoria en una tarjeta (!si quieres regalarle algo a un fan de Amanda Palmer, puedes hacerlo con una tarjeta escrita por la propia cantante!).
    La Palmer advierte que su relación con su público es muy personal, y que su sistema no tiene porqué funcionar "para Lady Gaga", pero es un claro ejemplo del modelo de relación entre un artista y su público que el pensador Kevin Kelly llama "1000 true fans" (mil fans verdaderos). Si 1000 fans verdaderos se gastan cada uno 100 euros al año en su artista favorito (un concierto, un disco y una camiseta), y al artista le llega el 50% de esos ingresos, ya son 50.000 euros. El resto es ajustar las cifras. El número no es una constante: para algunos serán sólo cien (¿cuántos coleccionistas, privados o institucionales, compran la obra de Miquel Barceló?), para otros habrán de ser 10.000. Los de Amanda Palmer probablemente sean más de mil, y todos ellos ganados a pulso. Como son ganados a pulso los fans de Alaska y Nacho Canut, que lleva personalmente la relación con el club de fans de Fangoria.

    Todo digital, todo en red, ponga usted su precio

    Todo lo que se puede decir de la música y de la literatura se puede decir, multiplicado por cien, de los programas de ordenador. Tanto las aplicaciones como los videojuegos son bienes "nativos digitales", para los que el objeto físico es un excipiente innecesario. Los servicios de descarga de SteamImpulseGoG y otros están demostrando que es posible cobrar por juegos que están disponibles para descarga en la red. El hecho de que además se saque de la circulación el disco físico, impidiendo con ello el mercado de segunda mano, es un plus para los editores de juegos. En el caso de Steam, que es la tienda virtual que más novedades tiene en stock, su estrategia pasa por hacer frecuentes rebajas, aproximadamente un fin de semana al mes, que afectan tanto a juegos nuevos como a clásicos. Durante uno de estos fines de semana su joya de la corona Left 4 Dead experimentó un ascenso en ventas de más del 3.000 por ciento. Otro juego que Valve (empresa propietaria de Steam) sólo describe como "de un tercero" vió como sus ventas subían en un 36.000 por ciento. Esto es: el juego caro y poco rebajado vió multiplicar sus ventas por 30, y el juego más barato y más rebajado se vendió 360 veces más. Según las cifras de Valve, sacando la media de todos losjuegos, aún rebajando un juego en un 75% (vendiéndolo por la cuarta parte de su precio habitual), los ingresos totales crecen en un 14%.
    Los desarrolladores independientes Kyle Gabler y Ron Carmel han experimentado también con los precios de su creación. Bajo el nombre de  2DBoy publicaron un juego, World of Goo, con considerable éxito de crítica y razonable éxito de ventas, pero del que el 90% de las copias en circulación estaban en manos de usuarios que no habían pagado por ellas. Animados por el ejemplo de Radiohead, decidieron celebrar el primer cumpleaños de su juego vendiéndolo al precio "pague usted lo que quiera". Muchos aprovecharon la rebaja para pagar por el juego que anteriormente habían pirateado: muchos otros pagaron nada o casi nada (más de 35.000 personas pagaron menos de dos dólares). Sin embargo, todo cuenta: incluso los tacaños que pagaron entre uno y dos dólares aportaron más de 15.000 dólares (eso sí , antes de la comisión del gestor de pagos), y el experimento acabó con unas ventas totales de 100.000 dólares en un fin de semana. Para dos personas, por un juego que llevaba en venta más de un año. Y que gracias al efecto publicitario de esta acción, vio como sus ventas en el servicio Steam (donde se vendía a su precio completo de 20 dólares) subían en un 40%.
    Experimentos como éste sugieren que uno de los problemas de las industrias culturales es seguir con precios que reflejan la logística de los formatos físicos. Cuando uno tiene que imprimir o prensar cada ejemplar, almacenarlo, transportarlo y contabilizar cada copia, existe un precio por debajo del cual se pierde dinero. Cuando uno sólo vende bits, y estos bits ya han sido producidos, y almacenarlos cuesta lo mismo venda uno una copia o un millón, tiene sentido ganar menos por unidad para recuperarlo generando más volumen.
    Más allá del atractivo de unos precios más ajustados, los sistemas de venta en línea tienen otras ventajas para consumidores y productores. La tienda virtual del teléfono iPhone permite que los estudios de desarrollo sean sus propios editores, quitándose de encima uno de los dos intermediarios habituales, concretamente el que mayor porcentaje de las ventas se llevaba tradicionalmente. El resultado es que la plataforma iphone se ha convertido en la nueva consola de videojuegos.
    Y tanto esta tienda como los servicios de descarga y streaming musical itunes y spotify cumplen con la función básica de todo negocio: satisfacer la necesidad de sus clientes, permitiéndoles acceso rápido y a coste razonable a la música que deseen en cada momento. Como dice el arriba citado Tim O'Reilly: los usuarios quieren ser honrados: sólo basta darles una oportunidad para serlo.
    Una última forma de financiación que permite que que sean los propios usuarios los que escojan el precio que pagan es el del micromecenazgo por suscripción ejemplificado por servicios como Kickstarter. Su funcionamiento es sencillo, y lo puedo contar como participante: el norteamericano Andy Baio propuso celebrar el 50 aniversario de Kind of Blue, la obra maestra de Miles Davis, haciendo una versión del disco por músicos de "chiptunes" -música electrónica de inspiración "retro" realizada con sonidos de ordenadores y máquinas de videojuegos de 8 bits- entre los que se contaba el sevillano Sergio de Prado. El proyecto Kind of Bloop en Kickstarter tenía varios niveles de pago, que correspondían a varios niveles de servicio: por cinco dólares uno recibía acceso a los bastidores de la producción y la descarga del álbum terminado; por treinta dólares, lo anterior más un CD físico, y por 100 dólares o más, una conversación telefónica con el propio Baio. Yo rellené el formulario con los datos de mi tarjeta de crédito, y ofrecí mis treinta dólares, que no se cobraron. Faltaba esperar a que se alcanzara el mínimo marcado; si no se alcanzaba, ni siquiera se cobrarían.
    Una vez logrado el objetivo financiero se puso en marcha el proceso de arreglos musicales y grabación del disco. El resultado, Kind of Bloop, se vende ahora a 5 dólares la descarga, y a 20 dólares los discos físicos que quedan. Cuando estos se terminen, sólo quedarán los ficheros para descarga, y la satisfacción de los que pudimos participar como pequeños mecenas en la creación de un pequeño hito de la cultura de nuestro tiempo. Kickstarter está en este momento financiando proyectos de artesanía, de recuperación de entornos, de atención a personas con problemas, de periodismo... Por el momento sólo se aceptan proyectos con sede en los Estados Unidos, aunque los "paganos" podemos serlo de todo el mundo.
    Micromecenazgo, patrocinio distribuido, suscripción o como quiera uno llamarlo, este sistema es el que están usando también proyectos independientes que no dependen de intermediarios como Kickstarter. Es el caso de El cosmonauta, un proyecto de producción cinematográfica que va más allá de la mera suscripción. Para ser "productor" de la película uno sóo tiene que poner dos euros (o más si uno quiere contribuir a financiar la película cuanto antes). Si uno pone mil euros o más, se le considera "inversionista", y tendrá parte en los posibles beneficios del proyecto.
    Posiblemente en un futuro este mismo modelo pueda servir para financiar proyectos más grandes, como películas de acción con muchas explosiones. Tres millones de suscripciones previas a un DVD a 10 dólares cada uno son 30 millones de dólares: exactamente la cifra que Sam Raimi acaba de darle a Fede Álvarez, el uruguayo autor de "Ataque de Pánico", para que haga una película basada en su cortometraje difundido por YouTube.

    Y sí , habrá quien disfrute de algo sin pagarlo. Pero tendrá que disfrutar del gusto ajeno, porque en este sistema de micro-mecenazgo sólo quien pague decidirá si una obra se hace o no. Para el público actual, que sólo paga  la obra a posteriori, sobre decisiones de financiación de otros, sólo por este cambio ya habrá valido la pena.

    El futuro es tan brillante que tendremos que llevar gafas de sol

    Esta lista de posibles modelos de financiación de la cultura compatibles con la libertad de copia no es ni pretende ser exhaustiva. Tampoco podrá serlo aunque quisiera. La principal característica de los nuevos modelos de negocio es que aún no los hemos puesto a prueba, y la forma de hacerlo no puede ni debe ser cortar el aire a la sociedad y a sus experimentos económicos. Si hubiéramos tenido un gobierno mundial en el que una autoridad administrativa pudiera cortar los servicios que presuntamente vulneraran la propiedad intelectual, a fecha de hoy no tendríamos Google, y seguro que los intereses establecidos habrían luchado aún más por eliminar el derecho a enlazar. Tampoco existiría la música grabada. Hollywood no existiría como industria, ni tampoco, llegando más lejos, la imprenta. El mundo que conocemos, el que quieren preservar los defensores del copyright candadista, es el producto de esos experimentos sin control.
    En los institutos y universidades todavía se habla de Esquilo y Aristófanes, pero sólo unos pocos se preocupan, con una nota a pie de página, de cómo se financiaba el teatro griego (respuesta: era una mezcla de mecenazgo e imposición social para los ciudadanos de pro, junto con suscripción de entradas para los extranjeros). Y, por supuesto, la economía entera de las polis griegas se alimentaba de esclavos. Pero corremos un velo, y admiramos el Edipo y Lisístrata por su valor como obras, independientemente de cómo y quién las financiara. No sabemos la forma que tendrá la economía política de la cultura dentro de cincuenta o cien años, pero yo estoy dispuesto a arriesgar una predicción: cuando los historiadores y economistas del futuro la analicen, no describirán Internet, las descargas y las redes de pares como "piratería", ni tampoco como el germen de mil nuevas formas de producción cultural, y serán las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales las que traten de los mil nuevos (nuevos para nosotros: para entonces serán ya establecidos) modos con que los creadores se ganen la vida gracias a su obra.




      14 Comentarios

      • 1


        AVATARLas entidades de gestión de derechos operan exactamente igual que la mafia siciliana, y no es una exageración ni ganas de llamar la atención. La mafia va comercio a comercio cobrando un impuesto de seguridad, y ellos mismos se preocupan de que sea necesario estar seguro ya que son la misma fuente de inseguridad. Con las entidades de gestión ocurre lo mismo, van comercio a comercio cobrando por si el dueño pone la radio, por si en una boda se toca música, por cada cd virgen vendido etc... pero son las misma entidades de gestión las que se apropian del derecho ajeno en primera instancia. Las productoras ya abusan de los derechos del autor, apropiándose de la mayor parte de los beneficios que su obra pueda generar, de hecho las entidades de gestión suelen ser producto de la asociación entre estas productoras. La sensación es que el único desprotegido aquí es el autor. Si Thomas Edison viviera en nuestros días sería productor de una multinacional, o bien director de una entidad de gesti

        agustomequedao 11 Dec 2009 - 17h04

      • 2


        AVATARón. Cada vez está mas claro que Edison no inventó realmente nada, se dedicó a patentar primero los inventos de otros, cual cucaracha a la puerta de la oficina de patentes (si a alguien le interesa este tema, antes de replicar por favor, wikipedia, e ir viendo invento tras invento de este genial fraude de hombre). De hecho lo mas ilustrativo de esto es una famosa frase de Édison que versa así: ¿el éxito es un 99% de esfuerzo y un 1% de talento¿. Los tiempos que vivimos le dan absolutamente la razón, los que se llevan la pasta dedican un 99% de esfuerzo a apropiarse de los derechos de los autores, el 1% es el talento de haber tenido la idea de hacerlo. Sin duda Édison sería hoy un hombre en la brecha, como Luis Cobos.

        agustomequedao 11 Dec 2009 - 18h08

      • 3


        AVATARLo más ridículo de estas entidades (y donde se ve realmente cual es el interés real que tienen) se ve en sus intentos de ponerse al día, con páginas web con mucha menos calidad que sus equivalentes llamadas piratas, a las que dicen querer poner en jaque. Veamos, si con millonarias subvenciones (hablamos de millones de euros por una web, nuestro dinero...), además de poseer ya los derechos del material a utilizar (lo cual debería abaratar y facilitar gran cantidad de material), son absolutamente incapaces de hacer sombra en calidad a cualquier web pirata de contenidos, ya sea cine, música, software etc... Creo que no es necesario decir mas.

        agustomequedao 11 Dec 2009 - 18h08

      • 4


        AVATARYo diría que al aforismo de que la primea víctima de una guerra es la verdad, tiene que ver con el orden temporal, no cualitativo: antes de que muera el primer soldado, tan víctima como el civil, la verdad ya ha sido alterada. Y viene bien la referencia porque personalmente estimo que cuando se habla de derechos de autor, la verdad le ha sido robada a todos, empezando por los autores. La primera verdad oculta es que el derecho de autor, como las patentes, son una excepción temporal. Esto es importante, se concede un monopolio en el tiempo: ergo, por su naturaleza, toda propiedad intelectual está destinada a retornar al dominio público. ¿Por qué? Porque lo mejor para la sociedad es la libre circulación de conocimientos y creaciones. Y así se ha estimado siempre. Lo que sucede es que los señores poseedores de la administración de los monopolios, raramente los verdaderos creadores, incluidos los ingenieros y científicos que crean las innovaciones que dan lugar a las patentes, han logra

        Gonzalo Martín 11 Dec 2009 - 18h09

      • 5


        AVATAREnhorabuena por el artículo (ambas partes). Es lo mejor que he leído en español sobre este tema.

        Emilio 12 Dec 2009 - 21h52

      • 6


        AVATARMi más sincera enhorabuena por el artículo. Muchísimas gracias por el esfuerzo de recopilación, organización y desarrollo. Espero que sigas por esta línea en el futuro, gracias de nuevo.

        Nostromo 13 Dec 2009 - 07h32

      • 7


        AVATARFelicidades por el excelente articulo, es lo mejor que he leído del tema en mucho tiempo. Realmente un análisis muy bien argumentado y documentado

        Jorge 13 Dec 2009 - 12h04

      • 8


        AVATAREstamos en la verdadera democracia de la informacion y del ocio digital, y solo los tontos y los que no saben ingles pagan por ello. En los paises asiaticos, etc, por ejemplo el pirateo en el mas amplio sentido de la palabra es solo un inocente juego de ninos, es algo a la orden del dia y repito solo los tontos pagan. En Espana hasta ahora ver una pelicula en el cine o comprarse un CD musical era solo cosa de pijos ricos. Me alegro que mundialmente ahora uno se pueda entretener gratis.

        rosalie 13 Dec 2009 - 14h07

      • 9


        AVATARUn artículo cohonudo, siempre he pensado lo mismo, pero esta lectura me ha hecho abrir la mente.. :)

        La Gran M 14 Dec 2009 - 12h08

      • 10


        AVATAREl artículo es genial. Lo mejor de la red es encontrarse con estas pequeñas joyas

        • 11


          AVATAREs genial el artículo. Yo me lo copio. La reproducción de la información es tan inevitable como la evolución de los genes, de los que los memes, sus hermanos, tomarán el relevo.

          Dani 16 Dec 2009 - 21h49

        • 12


          AVATARun artículo fantastico!

          mar canet 17 Dec 2009 - 07h41

        • 13


          AVATARinteresante artículo pero con tufillo interesado: llamar tacaño a quien paga 1 ó 2 dolares por un juego, uele un poco. ¡Cuántas series de tv hemos visto sin que nos cueste más que la luz empleada para que la tele funcione, el coste del televisor proporcional al tiempo necesario para ver la serie, y por último el tiempo y energía dedicados a ver/sufrir/esquivar los inevitables anuncios! ¡Menos del dólar o los 2 dólares de los que se queja el ¿desinteresado? articulista! En mi opinión se trata de vivir y dejar vivir: todos tenemos acceso a la cultura que nos transmiten y enseñan los artistas y éstos deberían poder ganarse la vida con su talento. Pero lo bueno del artículo es que muestra las alternativas que están buscando los artistas para poder seguir viviendo de su trabajo. Tendrán que encontrarlas porque internet ha cambiado el mapa y ya no tienen la sartén por el mango como antes.

          erizo 17 Dec 2009 - 07h34

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          AVATARHecho en falta una referencia en este excelente artículo a las condiciones que nos permitirán no tener ingerencias en una culra de la abundancia y libre, algo muy estudiado en la comunidad de desarrolladores de software libre: A saber: - Uso de tecnología de código abierto, tanto en software como en hardware, lo que en el caso de los productos culturales debería extenderse a culquier material financiados por el estado. - Uso de maquinarias libres y no sujetas a patentes. Lo que significa la reinterpretación de cualquier patente sobre herramientas. -Uso de energía libre y limpia, autoproducida o participada, lo que significa que en el futuro el consumidor debería ser socio accionista de las empresas productoras. Cuando alcanzemos estas tres condiciones ninguna zafia organización podrá exponer interesados reparos éticos en compartir la cultura.

          Zizeñó 18 Dec 2009 - 10h05




        Modelos de negocio para un mundo perfectamente copiable

        En este momento mi artículo sobre “Modelos de negocio: cómo ganar dinero en un mundo perfectamente copiable (y su segunda parte) son, respectivamente, el primer y tercer artículo de la lista de lo más leído de rtve.es. Supongo que esto se debe en parte a los elogios extravagantes de los amigos, que siempre se agradecen.

        La obra de arte en la era de la reproducibilidad mecánica
        Sin embargo, se me quedaron fuera del artículo más y más ejemplos de esos modelos de negocio alternativos que no dependen de que los usuarios no puedan hacer copias. Está la música libre deJamendo y Magnatune, algunos de cuyos artistas llegan a vender sus temas para música incidental de, por ejemplo, videojuegos como Braid.
        Están experimentos como el próximo libro autoeditado de Cory Doctorow, que se ha propuesto “vender el mismo libro a toda la gama de precios, de los cero dólares a los 10.000″, imitando y extendiendo las prácticas de músicos independientes como Jonathan Coulton o el citado (en el artículo) Trent Reznor.
        También hay experimentos de series de televisión como Malviviendo en España, o The Guild en Estados Unidos, o los microespacios de BoingBoing TV que también se vendían para entretenimiento de los pasajeros de Virgin Airlines. Joss Whedon también dejó el fantástico videoblog musical del Dr Horrible en abierto durante una semana para que todos pudieran verlo. Ahora sigue circulando por las redes de pares, y las ventas en Amazon son bastante saludables (es el número 253 de la lista), incluso un año después de cubrir gastos.
        Me decía Mauro Entrialgo que me había olvidado del cómic: tanto Mauro como Manuel Bartual tienen publicados libros que recopilan material previamente publicado en blogs y que sigue disponible de manera gratuita en la red.
        Las razones de Bartual
        Las razones de Bartual
        Y seguro que hay más formas creativas de ganarse la vida sin impedir la copia y la difusión de la obra, y que hay más casos y ejemplos. Si se te ocurre alguno, te invito a que lo reflejes en los comentarios.
        Fernando Cruz 16 Dec 2009 - 09h00









      1 comment:

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